Menos de cincuenta cóndores vuelan ahora en los Andes, para que esta especie haya llegado a una situación tan crítica existen varias razones. La cacería, la presión a su ambiente, el envenenamiento por la comida, el incremento de la frontera agrícola.
Además el cóndor tiene características propias que hacen aun más difícil su situación en el ambiente:
• Es una especie monógama, si su pareja muere, es difícil que encuentre otra.
• El pichón se queda dos años con sus padres, que lo cuidan alternándose, por lo tanto tienen cada 2 años una sola cria, que llega a ser reproductiva recién a los 7 años.
Lo que queremos lograr es que vuelva a volar, que el Huaira Anti que nació en el zoológico no tenga el mismo destino que los otros pichones que nacen en cautiverio sino que tenga la posibilidad de ser liberado junto con otros pichones que esperamos nazcan de las parejas que estamos tratando de formar.
En Komité tenemos el privilegio de gestionar hoy esta causa, para la que buscamos involucrar a personas que aman lo que este país les ha dado, a ciudadanos, empresarios, trabajadores, emprendedores que creen como nosotros que no hay tiempo de cuidar la naturaleza para los hijos y nietos sino para nosotros, a los que piensan que es urgente hacer cambios porque ya no hay tiempo para pensar que pasará. Si no actuamos ahora, ya mañana no tendremos pacha mama, ni cóndor.
